Mi abuela vivía atenta a todo lo que pasaba a su alrededor. Me vigilaba sin que me diera cuenta y era excesivamente severa con sus regaños. Todo en ella era exagerado, su ternura y sus enojos. También era muy coqueta, y muy graciosa. Casi siempre estaba de buen humor, pero cuidado y te tocara su temperamento explosivo. Estando de buenas me llamaba "el rei de la yaya", pero si le salía el mal genio, invariablemente, acababa gritándome.
—¿Saps el que et dic? ¿Saps el que et dic? —me repetía— Que et vagis a fer punyetes.
En la fotografía, mi abuela Rosario Belda Alandí, "Charito", Barcelona, alrededor de 1915.
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Bella foto y bellos tiempos sin duda.
ResponderEliminarUna abuela de las de antaño, con todas sus consecuencias...
ResponderEliminarMi abuela también me decía que me fuera a "hacer puñetas"... y a veces añadía otra expresión parecida "la puñeta que et besin" (puede parecer tierno, pero no...)
ResponderEliminarAl final uno se pregunta qué es una "punyeta"...
He llegado hasta aquí por otro blog, donde encontré unas pinturas tuyas (de la serie "casas")...que también me han gustado.
Salut!
Ay, cómo me ha gustado... qué lindo es tu blog, un gusto. Au revoir.
ResponderEliminarAntes eras el rei de la yaya, y ahora eres "El rei de la mami"
ResponderEliminarPetons el meu rei
Tu Esmeralda