En el fondo, nadie nos enseña nada. Y digo esto, quizá, por que soy autodidacta y porque creo en la importancia de aprender de uno mismo. En cuanto a los padres, en general, pienso que no saben educar, pues protegen demasiado a sus hijos. Yo aprendí más en el trabajo, de mis jefes, y de algunos desconocidos. Pero, sobre todo, aprendí de la vida; de joven me fascinaba la calle aunque ahora la deteste. Ahí, me llené de aventuras y de experiencia. Aprendí mucho más vagabundeando que en todas las escuelas por las que pasé.
En la fotografía, la 6ª Avenida en la zona centro de la Ciudad de Guatemala. Principios de los 60.
26 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuando yo era joven amaba la calle... igual que tú y por lo mismo
ResponderEliminaraprendí ahí millones de cosas que no encontré en ningún otro lado
aprendí de más de hecho, si eso es posible
me volví parte de la calle en el mejor y peor de los sentidos hasta qeu en algún momento me tuvo que expulsar para evitarme morir quizá
La calle, yo me crié en ella; en un pueblo pequeño y en el campo.........
ResponderEliminar! Qué te voy a decir !, que la vida es polifacética, bonita y hermosa; somos pasajeros en ella. Calle, caminos, atajos...., gente....;
! Qué suerte haber nacido !
Saludos.