1 de noviembre de 2009
Presentimiento
El único presentimiento que he tenido en la vida se cumplió una tarde que sonó el timbre de casa. Sobresaltado y seguro de quien era, le abrí la puerta a mi abuelo que hacía tiempo no veía. Semanas antes —sin comentarlo con nadie— ya presentía su llegada. Venía para convencer a mi madre de que me dejara volver a México. Aquella noche, mi abuelo y yo, dormimos abrazados en un triste cuarto de hotel en Guatemala. Fue la última vez que le vi. Un año después —esta vez sin presentirlo— abrí la misma puerta para recibir un telegrama que anunciaba su muerte.
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Eran sus lazos de amor tan fuertes,que le era posible a usted presentirlo.
ResponderEliminarReciba un saludo en estos días especiales.
Así es a veces, lo que esperamos o presentimos.
ResponderEliminarQue maravilla leerte... :):):)
ResponderEliminarSaludos
Una historia muy emotiva. A veces presentimos lo bueno y no somos capaces de ver que algo malo esta por venir.
ResponderEliminar(Yo venía a darte las gracias por seguir mi blog y cotillear un poco por los tuyos).
Un saludo
(Pre) sintiendo, como si el lazo que nos une con algunas personas no diera cierta ventaja.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy emotivo. Saludos!
ResponderEliminarHola soy una nueva seguidora a la que has enamorado escribiendo lo que he podido leer me ha encantado y tienes una sensibilidad especial a la hora de escribir, gracias por compartir tus escritos.
ResponderEliminarYo tengo un blog al que te invito a entrar sin ningun compromiso se llama: Los Cuentos de Nati. Deseandote lo mejor del 2010, hasta pronto saludos fraternos-