19 de abril de 2012

Me acuerdo... IV



Me acuerdo que por dedicarme a la pintura perdí la oportunidad de tener un trabajo normal.

Me acuerdo de haber sentido vergüenza e incomprensión a la vez.

Me acuerdo —en una mezcla de pesadilla y fascinación— de una tormenta en la que estuve a punto de naufragar en un pequeño barco. Fue en las caribeñas aguas de la Bahía de Amatique.

Me acuerdo de haber tenido una disparatada esperanza.

Me acuerdo de haber sido un estudiante irregular, capaz de lo mejor y lo peor.

Me acuerdo de los insultos y regaños de mi maestra Valentina.

Me acuerdo del terremoto de 1957 en la Ciudad de México, cuando “El angelito” de la independencia se cayó.

Me acuerdo de vagar por una calle oscura, fantasmagórica.

Me acuerdo de haber oído correr unos ratones debajo de mi cama.

Me acuerdo que el amor por mi madre me llevó a rezar por ella.