12 de abril de 2009

El cariño de mi madre

Mi madre no era precisamente una madre cariñosa. Sin embargo creo que no me afectó demasiado, más bien fue al contrario. Había en ella algo muy bueno, algo que me dio mucha seguridad y mucha libertad, lo contrario de mis abuelos, que fueron bondadosos y protectores, pero poco me dejaban aprender por mí mismo.

Aprecio la libertad por encima de todo, como algo que nadie tiene derecho a quitarte, y que solamente puede construirse a partir de uno mismo. Sólo siendo libres es posible orientar nuestro destino, y me parece muy mala una relación materna que impida cortar el cordón umbilical.

Mi madre me enseño a ser responsable a la vez que me dejaba vagar todo el día por la calle y volver a casa muy tarde. Nunca me preguntaba nada. Era una mujer maravillosa, rebelde y valiente. Era muy libre, y además, libertaria. También era extraordinariamente generosa. Jamás sentía compasión por nadie, menos por ella misma. (Generosidad y compasión son dos cosas diferentes; la generosidad es buena, la compasión siempre conlleva un sentimiento indigno, de lástima). La mayoría de las mujeres son compasivas y posesivas, y una buena madre —como la mía— no es fácil de encontrar. Agradezco mucho su forma de ser, aunque creo también que por aquella actitud —sumada a su exagerado romanticismo— estuvimos alejados muchas veces. Mi madre era idealista, y yo como ella, también lo fui. Hoy pienso que no es tan bueno serlo, por lo menos de aquella manera, con aquel activismo tan radical. El tiempo nos enseña que nos equivocamos, y lo absurdo de vivir enfrentado con los demás, sobre todo con los más próximos.

En la fotografía, mi madre Nuria Boldó, Barcelona, alrededor de 1930.

2 comentarios:

  1. Me alegra qe te expreses de esa manera de tu madre,espero un dia volverte ah ver, con cariño tu prima

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  2. Jordi: yo tuve la fortuna de conocer a la estupenda mujer que fue Nuria. Desde la Universidad de Zacatecas llevamos conjuntamente proyectos editoriales exitosos... Guardo de ella un recuerdo firme de su generosidad, de su creatividad... Te mando un fuerte abrazo..
    Ramón Antonio Armendáriz

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