
Tendría trece o catorce años cuando, por fin, me atreví a confesarle mi amor a mi vecinita. Esa misma tarde que nos hicimos novios, mi madre —que era una mujer impulsiva— lo primero que dijo regresando a casa, fue, “nos vamos mañana”. Decidí no despedirme de mi enamorada, me pareció cruel y ridículo. Nunca más supe de ella, tampoco supe el motivo del arrebato de mi madre, pero si sé que fue el comienzo de una nueva vida.
como ya te habrá dicho mucha gente: enhorabuena! el libro de dibujos "ensayos de la memoria" me ha gustado, aunque para mi, iba perdiendo fuerza y no lo he terminado de ver. por lo demás estoy enganchada a tus post! un saludo y hasta pronto. Coquette
ResponderEliminarAhora hasta yo quiero saber el motivo de esa mudanza!
ResponderEliminarEnvelhece-se mais devagar ao anoitecer. A morte enrosca-se, faz uma trégua até que de novo amanheça. Sou um homem nocturno, a luz do dia aumenta o conhecimento da minha escassa eternidade.
ResponderEliminar- Malcom Lowry -
Deixo-te a ternura de um abraço.
TERRIBLE! Pobre mujer... ¿cuantos años de terapia le abra llevado?
ResponderEliminarA mí me ha gustado mucho. Como yo no tuve amores adolescentes...por fea, seguro.
ResponderEliminarBesos