16 de septiembre de 2010

Amor adolescente



Tendría trece o catorce años cuando, por fin, me atreví a confesarle mi amor a mi vecinita. Esa misma tarde que nos hicimos novios, mi madre —que era una mujer impulsiva— lo primero que dijo regresando a casa, fue, “nos vamos mañana”. Decidí no despedirme de mi enamorada, me pareció cruel y ridículo. Nunca más supe de ella, tampoco supe el motivo del arrebato de mi madre, pero si sé que fue el comienzo de una nueva vida.

5 comentarios:

  1. como ya te habrá dicho mucha gente: enhorabuena! el libro de dibujos "ensayos de la memoria" me ha gustado, aunque para mi, iba perdiendo fuerza y no lo he terminado de ver. por lo demás estoy enganchada a tus post! un saludo y hasta pronto. Coquette

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  2. Ahora hasta yo quiero saber el motivo de esa mudanza!

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  3. Envelhece-se mais devagar ao anoitecer. A morte enrosca-se, faz uma trégua até que de novo amanheça. Sou um homem nocturno, a luz do dia aumenta o conhecimento da minha escassa eternidade.
    - Malcom Lowry -

    Deixo-te a ternura de um abraço.

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  4. TERRIBLE! Pobre mujer... ¿cuantos años de terapia le abra llevado?

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  5. A mí me ha gustado mucho. Como yo no tuve amores adolescentes...por fea, seguro.
    Besos

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